El Ayuntamiento de Barcelona ha procedido a cerrar algunos locales de
Barcelona por exceso de ruido. Los últimos han sido dos espacios muy
populares: KGB, en Gràcia, y La Paloma, en el Raval. En ambos casos la
causa que ha llevado a la clausura de estos locales ha sido el exceso de
ruido y las molestias que eso provocaba a los vecinos. En el caso de La
Paloma, según fuentes municipales, el motivo ha sido el fallo en un
sistema del control del sonido, lo que hace que el máximo no pueda ser
regulado. El local ha sido cerrado y permanecerá así hasta que repare el
mecanismo que impide los excesos de sonoridad.
Con estos dos son ya 63 los locales cerrados por el Ayuntamiento de
Barcelona durante este año, pese a que la política municipal al respecto
es, en general, benévola para con los infractores. Antes del verano, el
municipio lanzó campañas contra el ruido, sobre todo, en las terrazas de
bares, y se realizan inspecciones, pero los vecinos creen que la política
al respecto es insuficiente para garantizar el derecho al descanso de la
gente a quien le cae un local concurrido cerca de su casa. El asunto se
agrava ahora porque en muchos de estos locales no se puede fumar y la
gente sale a la calle a fumar y charlar.
La permisividad ante al ruido se reproduce con las motos que circulan
por las noches con decibelios muy por encima de lo permitido. Pese a que
la Guardia Urbana realiza campañas al respecto, dormir con la ventana
abierta es muy difícil en la mayoría de los hogares de Barcelona.