El Ayuntamiento de Cornellà pondrá en marcha en los próximos días un
servicio gratuito de mediación para resolver conflictos entre vecinos. Dos
técnicos municipales intervendrán en los problemas de convivencia que
surjan siempre que alguno de los implicados lo requiera. El mediador
escuchará todas las versiones y ayudará a alcanzar un acuerdo a través del
diálogo.
En la cercana localidad de Viladecans los ciudadanos tienen este
servicio de mediación desde hace un año. En este tiempo, los especialistas
han atendido 110 solicitudes y el 66% se han resuelto de forma positiva.
"Aceptamos procesos que paralelamente tienen una vía jurídica abierta. Si
se resuelve con el diálogo, el denunciante retira la denuncia o se cierra
el expediente administrativo porque se corrige el agravio de forma
voluntaria", explica Luis Miguel Narbona, responsable del Centro Municipal
de Mediación.
En la mesa de mediación hay caramelos, botellas de agua y pañuelos de
papel. "La gente llora. Surgen cosas acumuladas durante años", afirman los
responsables. El 35% de los casos tratados en Viladecans se relacionaban
con comunidades de vecinos, el 18% a asuntos relativos a la aparición de
goteras o instalación de aires acondicionados, el 14% se debieron a
malentendidos, el 9% a molestias por ruidos y otro 7%, a la tenencia de
animales.
L'Hospitalet puso en marcha el mismo servicio el pasado mes de abril.
De los 65 expedientes tramitados, 15 se han resuelto positivamente.
"Rechazamos los casos en los que una parte nos pide que dictaminemos quién
tiene razón. Nuestra misión es trabajar sobre las relaciones entre
personas, pero no somos jueces", comenta el director del Plan de
Mediación, Jesús Husillos. Buena parte de los conflictos aparecen en el
norte de la ciudad, donde hay más densidad de población y la convivencia
resulta más difícil. También es donde hay más inmigración. Pero los
problemas son siempre los mismos, y básicamente se refieren al ruido,
tanto si los plantea un autóctono o un inmigrante".